La ficción y la realidad muchas veces se confunden. Esta vez la justicia polaca está tratando de comprobar qué es cierto y qué no.
El escritor Krystian Bala se está enfrentando a un juicio que debe determinar si la novela que escribió se baso en una publicación en un diario sobre un asesinato o si el asesinato lo cometió él para poder escribir la novela.
En la novela "Amok", Bala describe cómo un empresario es asesinado luego de sufrir torturas a manos de su captor.
Según Bala, se inspiró en el asesinato de Dariusz J., un empresario cuyo cadáver mutilado apareció en diciembre de 2000 en el río Oder, cerca de la frontera polaca con Alemania.
La verdad que la historia me pareció algo extraordinario, más si se comprueba que el asesino es Bala. La locura por escribir.
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