Cuando se habla de la educación de un chico se está incursionando en un tema complicado, cada padre tiene su estilo y cada niño responde de a ellos de manera diferente. El castigo es un tema controvertido y en ocasiones polémico pero inevitable.

Tanto los papás como las mamás saben que tarde o temprano tendrán que aplicar el castigo como herramienta para poder modificar o modelar la conducta del infante. En muchas ocasiones, poner límites es “inevitable”. Por eso es importante aprender de qué manera hacerlo.

Pero existen muchas dudas al respecto ¿Qué hacer? ¿Cuál es el límite? ¿Qué hacer si la conducta no mejora? Algunos especialistas van a tratar de sacarte todas esas dudas para que puedas aplicar tu autoridad frente a los chicos sin excederte.

“Lo más importante es explicar qué se entiende por castigo”, aseguró la psicóloga Mónica Mademann. “Cuando se habla de castigo se le da una connotación negativa, autoritaria. Desde ese lugar, definitivamente, no sirve”. Pero “si esto se enmarca como límite, pero entendiendo el límite como orden o contención yo creo que es fundamental”, explica.

La psicopedagoga Ester Krengel piensa de la misma forma: “La palabra castigo implica condena. El límite, en cambio, es algo positivo. Pero siempre que sea constructivo”.

Por otra parte, lo que tienen que plantearse los padres es cuál es el objetivo del castigo.

Para la licenciada Mademann “es que el chico pueda hacerse responsable” es decir, “que pueda responder por lo que hizo”.

Según Mademann lo que se debe tener en cuenta es que si son castigados por realizar conductas negativas, también deben ser premiados si hacen lo contrario.

“Muchas veces los padres piensan se sacó un diez en el colegio, es su deber. Pero esto no es así” dice Mademann. “Si hacen algo bien deben tener una consecuencia positiva. Cosas simples, como hacerle la comida que le gusta o hacer un juego en familia. De esta forma el niño va a aprender que cada acción que tome tendrá una consecuencia, tanto negativa como positiva, y que debe que hacerse cargo de ello".

Mientras que Krengel asegura: “Yo en lugar de llamar premio lo llamaría estímulo. El estímulo hace que el chico se sienta premiado consigo mismo. Cuando uno se siente premiado consigo mismo se siente premiado, en este caso en particular, por sus padres”. "Ese debe ser el verdadero premio", asegura.

2 Comments:

  1. Anónimo said...
    hablando de límites... límites me remite a chicos y chicos a adolescentes

    les parece que daba para tanto escándalo por el fiestón que armaron en formosa?

    esas cosas pasan acá todos los días


    (no tiene que ver, pero me vino a la mente)
    Anónimo said...
    Aca hay otro articulo que puede aportar a la discusion: http://orientacion-a-padres.blogspot.com/2008/01/los-lmites-parte-i-los-berrinches.html

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